sábado, 7 de enero de 2012

Gracias por cambiar mi mundo hasta tal punto que llegué olvidarme quien era. Que era lo que quería, que necesitaba. Gracias por hacerme olvidar todos mis males y provocarme uno peor. Gracias por ser mi sufrimiento de todos y cada uno de los días contigo. Gracias por todas las sonrisas falsas. Gracias por hacerme ilusiones, que después no se cumplieron, por romperme el corazón y por ser imposible de olvidar. Gracias por ser "perfecto", gracias por ser tú. Pero a pesar de todo, gracias por existir y haberme enseñado que sin el dolor no hay amor.

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